
Motivo de Esperanza
Vendrá el Señor en su gloria
La vigilancia a la que se nos invita en el tiempo de Adviento, nos fortalece en la actitud de guardar la mente y el corazón para que en medio de la oración sepamos amar y esperar al Señor, para que de esta manera podamos vivir en plena identificación con Cristo en tanto que esperamos su regreso. El adviento a la vez que nos prepara para el anuncio de la Buena Nueva de la llegada de nuestro Salvador, nos recuerda la responsabilidad que tenemos al acoger el don de la llamada a vivir nuestro discipulado.
Espera en el Señor
En su enseñanza sobre la Esperanza cristiana, la Iglesia nos enseña: “Según la fe cristiana, la redención, la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino” (Spe Salvi n.1) con esta oremos con el Salmo 27 (26).
Afianzar nuestra esperanza
El Adviento contiene un mensaje espiritual de inmensa profundidad que nos ayuda a ser conscientes de la manera en que la espera del retorno del Señor orienta nuestra manera de vivir compenetrados con la invitación de Jesús: “Estén atentos y vigilen porque no saben el tiempo” (Mc 13,35) permanecer despiertos en nuestra fe, hace que el testimonio al que ella nos conduce nos permita una adecuada disposición discipular para que cuando el Maestro llegue le podamos reconocer y entrar en su presencia.
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Santo Rosario
Video del Papa
Al meditar el Santo Rosario, únamonos a las intenciones del santo Padre, quien en este mes de Diciembre nos pide orar para que las personas con discapacidades puedan recibir las oportunidades para desarrollar sus habilidades. Unidos en la meditación del Rosario, contemplemos con María los misterios de gozo inspirándonos en ellos para asumir nuestro servicio eclesial.
La Madre del Adviento.
En este tiempo de Adviento, esperamos la Luz que nos señala el camino hacia el Padre. La Iglesia nos enseña: “Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía. Y ¿quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza, Ella que con su sí abrió la puerta de nuestro mundo a Dios mismo; Ella que se convirtió en el Arca viviente de la Alianza, en la que Dios se hizo carne, se hizo uno de nosotros, plantó su tienda entre nosotros " (Spe Salvi n.49).
Signo Admirable
Como siempre, Dios desconcierta, es impredecible, continuamente va más allá de nuestros esquemas. Así, pues, el pesebre, mientras nos muestra a Dios tal y como ha venido al mundo, nos invita a pensar en nuestra vida injertada en la de Dios; nos invita a ser discípulos suyos si queremos alcanzar el sentido último de la vida… El belén forma parte del dulce y exigente proceso de transmisión de la fe. Comenzando desde la infancia y luego en cada etapa de la vida, nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él, todos hijos y hermanos gracias a aquel Niño Hijo de Dios y de la Virgen María. (Admirabili signum n.8, 10)
Contemplar
Bioética
Oh María, salud de los enfermos
Oh María,
Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza.
Nosotros nos encomendamos a Ti,
salud de los enfermos,
que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.
Tú sabes lo que necesitamos
y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea,
pueda regresar la alegría y la fiesta
después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre
y a hacer lo que nos dirá Jesús,
que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos.
Y ha tomado sobre sí nuestros dolores
para llevarnos, a través de la Cruz,
al gozo de la Resurrección.
Bajo tu protección, buscamos refugio,
Santa Madre de Dios.
No desprecies las súplicas
de los que estamos en la prueba
y líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
. Amén.
(Papa Francisco)
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COVID-19
Ante las dificultades que ha traído consigo la Pandemia en el mundo, escuchemos en la catequesis del Papa Francisco, la manera de percibir la relación del "Homo Sapiens" con el "Homo Economicus". Una propuesta para vivir la fraternidad humana.
Documento de la Pontificia Academia para la Vida en el cual expone los aprendizajes para el renacer de la vida, a raíz de las consecuencias del COVID-19.

Corte Interamericana de Derechos Humanos